La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Mejor es un día a tu lado
Que estar mil años separados
Me quiero quedar, cerca de tu altar
Problemas me han acechado
Mis fuerzas son pocas y siento tu mano me das, no me soltaras
Y en este momento solo no estoy
Yo estaré con tigo me dice el señor
Confía en mis promesas ya no dudes más!
Prefiero a cristo
Con él lo tengo todo y sé que nada faltara
Y en la intimidad, traigo el cielo a este lugar
Si te tengo a ti lo tengo todo