La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
No puedo, yo quiero
Las amo a las dos
En una mañana con mucho Sol
Viene una morena buscando amor
Estoy enamorado y no sé qué hacer
¿Qué hago señores?, si ya tengo amor
No puedo, yo quiero
Las amo a las dos
No puedo, yo quiero
Las amo a las dos
Fuera, fuera, fuera si se entera mi morena
Mi morena si se entera, me va a matar
Fuera, fuera, fuera si se entera mi morena
Mi morena si se entera, me va a matar
No sé qué va a ser mi vida
La extraño en la noche, a la otra en el día
Por las dos mi corazón palpita
¿Qué voy a hacer?
No puedo, yo quiero
Las amo a las dos
No puedo, yo quiero
Las amo a las dos
¡Qué difícil es esto del amor!
Querer a dos mujeres es mi obsesión
No quiero lastimar ningún corazón
¿Qué hago, señores, si las amo a las dos?
No puedo, yo quiero
Las amo a las dos
No puedo, yo quiero
Las amo a las dos
Fuera, fuera, fuera si se entera mi morena
Mi morena si se entera, me va a matar
Fuera, fuera, fuera si se entera mi morena
Mi morena si se entera, me va a matar
No sé qué va a ser mi vida
La extraño en la noche, a la otra en el día
Por las dos mi corazón palpita
¿Qué voy a hacer?
No puedo, yo quiero
Las amo a las dos
No puedo, yo quiero
Las amo a las dos