La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Rumbo al calvario hay un hombre cargando una cruz
Un carpintero inocente llamado Jesús
El va cargando en sus hombros la culpa de la humanidad
Y sobre él el dolor del castigo por nuestra paz
A la montaña del gólgota llega Jesús
El sacrificio termina clavado en la cruz
Y al tercer día una tumba vacía mostró su poder
Cordero santo que la muerte no pudo detener
Poderoso, poderoso
Admirable rey de reyes
Nado eres tu, coronado eres tu
Poderoso, poderoso
Admirable rey de reyes
Nado eres tu, coronado eres tu
Está sentado a la diestra del padre
Rodeado de gloria
Honra, honor y poder al que reina con autoridad
Poderoso, poderoso
Admirable rey de reyes
Nado eres tu, coronado eres tu
Poderoso, poderoso
Admirable rey de reyes
Nado eres tu, coronado eres tu
Mi Señor, mi Señor
Mi Señor, mi señor
Mi Seño