La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Como soy hombre justo, justicia voy a hacer
Voy a darle la mano al que se ha portado bien
En cambio todo aquel que conmigo la embarró
Que se tenga bien duro porque no se me olvidó
Cuando yo era un don nadie se burlaban de mi
Los que nunca pensaron, que iba a conseguir
Billetes de los grandes pa' sentarme a gastar
Con los que me ayudaron cuando me vieron mal
Y como dicen
Ojo por ojo
Diente por diente
Así voy a pagar
Ténganse fino que llegó el justiciero y sin ningún agüero se las voy a cobrar
A todo aquel que me dio con la pata, cuando yo buscaba en la calle trabajar
¡Ay Chalito! Las buenas no son pa' toda la vida, pero las malas ¡Tampoco!
Y digan lo que digan, yo no voy a cambiar
Esta es una tunita que me quiero sacar
Con el que ha sido bueno yo vengo a compartir
Pero al que me las debe, lo voy a hacer sufrir
Mi abuelo me decía, no hay que menospreciar
Porque este mundo gira y sorpresas puede dar
Ayer no tenía nada y hoy tengo un montón
Ahora el cachorrito se les volvió un león
Y como dicen
Ojo por ojo
Diente por diente
Así voy a pagar
Ténganse fino que llegó el justiciero y sin ningún agüero se las voy a cobrar
A todo aquel que me dio con la pata, cuando yo buscaba en la calle trabajar
Y como dicen
Ojo por ojo
Diente por diente
Así voy a pagar
Ténganse fino que llegó el justiciero y sin ningún agüero se las voy a cobrar
A todo aquel que me dio con la pata, cuando yo buscaba en la calle trabajar