La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Una Gran Verdad Graciela del Valle Pavón
Está anocheciendo y mi corazón
Está apresurado por verte llegar
Y acunarme en tus brazos cada minuto yo quiero estar
(Cada minuto yo quiero estar)
Suena aquí en mi alma una gran verdad
Que sin mirarme en vos no podría estar
Que a mi mano y la tuya no puede faltar
Que tu tiempo y mi tiempo se le sumará
Está anocheciendo y mi corazón
Está apresurado por verte llegar
Y acunarme en tus brazos cada minuto yo quiero estar
(Cada minuto yo quiero estar)
Suena aquí en mi alma una gran verdad
Que sin mirarme en vos no podría estar
Que a mi mano y la tuya no puede faltar
Que tu tiempo y mi tiempo se le sumará