La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Haya por las margaritas
Fui en busca de la soledad
Y en una de esas mañanitas
A ella la vi pasar
Morena de rizos al viento
Colita para saborear
Me llamo María me dijo
Unos tragos tuve que invitar
María, oh María
Borrachos sedientos de amor
Saltamos a la habitación
Ninguno pudo esperar
Y la ropa comenzó a volar (a volar)
María, oh María
Y yo que me iba a imaginar
Lo que mis ojos estaban viendo
María tenía algo especial
Y yo lo estaba sientiendo
María, no María
No es su culpa Ricardo
No es su culpa Ricardo
Pero no hasta debajo de las piedras
Te voy a buscar
Hasta debajo de las piedras
Y te voy a encontar
No es su culpa Ricardo
No es su culpa Ricardo
Pero no hasta debajo de las piedras
Te voy a buscar
Marianito cobarde
Me las vas a pagar
Maria, no Maria