La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
El cielo esta lleno
De globos escapados
De cometas
Que no tienen dueño
La tarde esta divina,
Jugar con Agustina,
En un descuido,
Su globo escapa hacia la China.
Ella lo sigue
Su cara es tan hermosa
Me dice papi
Sabias una cosa.
Que el cielo esta lleno
De globos escapados
De cometas que no tienen dueño
Yo quiero ir al cielo hoy
Corazón de niño,
Decía mi maestro,
La mente fresca,
Los ojos bien abiertos,
La tierra esta llena,
De grasas saturadas
Y de fortunas que no duran nada
Que el cielo esta lleno
De globos escapados
De cometas que no tienen dueño
Yo quiero ir al cielo hoy
Que el cielo esta lleno
De globos escapados
De cometas que no tienen dueño.