La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Mañana será un día mejor
Ya viene escapando, se ve salir el sol por detrás
Mañana vendrá, rapidito otra vez
Que por apresurado, no deje de disfrutar tu canción
Y como siempre me voy a jugar
Lo quiero todo y nada menos
Aunque demore por un tiempo va a llegar
Y como siempre me voy a entregar
Lo quiero todo y nada menos
Si es tan oscuro esta luz brilla aún más
Mañana traerá un desafío mayor
Que venga ya estoy listo, para subir este nuevo escalón
Mañana será el resultado de hoy
Si quiero correr lejos mejor me pongo a entrenar a entrenar