La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
No me querían ver
Estaba perdido
Sin guía ni camino
Sin ver amanecer
Pero llegaste tú
Me diste tu mano
Como un hermano
Y entonces vi tu luz
Ayúdame a salir de este túnel sin luz
Ayúdame fingir cuando me faltes tú
Ayúdame a encontrar
Mi guía en esta soledad
Ayúdame a reír por cualquier idiotez
Ayúdame a sentir la vida otra vez
Ayúdame
Ten fe
Ten fe
No debemos perder
Piensa en lo que has luchado
Para volver a caer
Lo sé
Lo sé
Te intento entender
Pero la vida es buena
Y lo tienes que ver
No sé porque estoy así
No s que va a ser de mi
Yo ya no puedo vivir
Ni tampoco sonreír
Creo que esto es imposible
No se puede solucionar
Necesito que me ayuden
Para así poder cantar
Ayúdame